Desde que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respondió a las demandas ciudadanas comprometiéndose a suspender las relaciones de hermanamiento con Tel Aviv e Israel hasta que las autoridades israelíes pongan fin al apartheid contra el pueblo palestino, ha sufrido una reacción violenta de difamación. La alcaldesa Colau y Barcelona necesitan tu solidaridad por esta valiente medida para cumplir con las obligaciones extraterritoriales de la ciudad en materia de derechos humanos. El Ayuntamiento de Barcelona votará la decisión el 24 de febrero de 2023.
La Coalición Internacional del Hábitat (HIC) y su Red por el Derecho a la Vivienda y a la Tierra (HLRN) aplauden la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y apoyan el voto del Ayuntamiento de Barcelona de suspender las relaciones con Tel Aviv e Israel hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos del pueblo palestino. HIC también se une a municipios afines, organizaciones de derechos humanos y aliados y aliadas que denuncian la reacción de organizaciones sionistas en Israel y España con falsas y calumniosas acusaciones de antisemitismo.
HIC y HLRN acogen con satisfacción la decisión de Barcelona de suspender los lazos con Tel Aviv como medida para cumplir con su deber de defender el orden jurídico internacional en este caso. Como órganos del Estado vinculados por tratados en el sistema internacional, las instituciones públicas, incluidas las esferas locales de gobierno, comparten la obligación legal común del Estado territorial de defender los derechos humanos y el derecho internacional en sus relaciones exteriores. Ese deber se extiende a la cooperación en medidas encaminadas a poner fin a situaciones ilegales, incluidas las violaciones de normas imperativas como la adquisición de territorio por la fuerza; la negación de la autodeterminación; el traslado de población, incluida la implantación de colonias de colonos; y los regímenes de apartheid. La acción de Barcelona constituye un modelo para que otras ciudades y comunidades hagan lo mismo.
Haciendo un llamamiento a la amistad y la cooperación entre las ciudades, Barcelona mantuvo un acuerdo de hermanamiento con Tel Aviv. La ciudad israelí se estableció en gran parte en tierras palestinas adquiridas a la fuerza, incluidas las de ocho aldeas palestinas indígenas sometidas a limpieza étnica y la ciudad palestina de Yaffa.* Tras el asalto israelí a Gaza en mayo de 2021, una campaña local instó a la alcaldesa Colau a romper los lazos. Como escribió la alcaldesa de Barcelona en una carta oficial al primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, sus electores y electoras le pidieron que “condenara el crimen de apartheid contra el pueblo palestino (…). Ella les escuchó y actuó”.
La campaña incluyó una petición firmada por una federación de más de 110 grupos de derechos humanos y respaldada por más de 4.000 vecinos de la ciudad. Las Organizaciones de Barcelona por la Justicia Global publicaron por primera vez sus demandas en respuesta al ataque israelí de mayo de 2021 contra la asediada Franja de Gaza, en el que las fuerzas militares israelíes mataron a más de 250 palestinos e hirieron a más de 2.000. Después de que las autoridades de Hamás advirtieran a Israel de que no atacara residencias en la Franja de Gaza, combatientes dentro de Gaza lanzaron entonces una andanada de misiles contra objetivos israelíes. Esa guerra se produjo tras dos años de letales disparos de francotiradores israelíes contra refugiados palestinos en Gaza que se manifestaban por su derecho a regresar a sus hogares y pueblos despoblados y destruidos por Israel desde 1948. Coincidió también con los intentos israelíes de desalojar a los palestinos de Jerusalén de sus hogares en favor de colonos israelíes ilegales.
Las peticiones habían pedido a la alcaldesa que “condene el crimen de apartheid contra el pueblo palestino, apoye a las organizaciones palestinas e israelíes que trabajan por la paz y rompa el acuerdo de hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv”. También nos unimos a las organizaciones de Barcelona que piden que el gobierno español ponga fin a la venta de armas a Israel, ponga fin a todos los tratos comerciales con empresas israelíes y el cierre de las organizaciones paraestatales del apartheid israelí (Organización Sionista Mundial/Agencia Judía, Fondo Nacional Judío y filiales) que operan como “organizaciones benéficas” exentas de impuestos en España y en unos 50 países.
Sin embargo, la suspensión de relaciones de Barcelona sólo se aplica a todos los vínculos oficiales con Israel “hasta que las autoridades israelíes pongan fin al sistema de violaciones del pueblo palestino y cumplan plenamente las obligaciones que les imponen el derecho internacional y las diversas resoluciones de las Naciones Unidas”. La alcaldesa Colau también explicó que la medida no afectaba a las relaciones entre los residentes de Israel y la ciudad catalana.
La declaración de Barcelona sigue el precedente de los valientes ayuntamientos que encabezaron el movimiento mundial para aislar a Sudáfrica del apartheid. Las comunidades locales habían defendido el llamamiento mundial para acabar con el apartheid en Sudáfrica y Namibia, que culminó con la retirada de Sudáfrica de Namibia y la democratización allí donde antes gobernaban los criminales regímenes del apartheid.
Aplaudiendo a la alcaldesa Colau en una petición de apoyo a la acción de Barcelona, Jewish Voices for Peace (JVP) declaró: “Sabemos que esto es sólo el principio, y también lo sabe nuestra oposición. Por eso es esencial que nos levantemos como orgullosos judíos antisionistas para celebrar y elevar lo que significa responsabilizar a Israel de sus crímenes de apartheid”. JVP añadió: “Repudiamos las acusaciones de antisemitismo vertidas contra la alcaldesa Colau y nos solidarizamos con ella y con los activistas locales que han propiciado esta decisión histórica.” Judíos Europeos por una Paz Justa, federación de 12 grupos pacifistas judíos europeos, también apoyó la decisión de Colau.
La teniente de alcalde de Barcelona y líder del Partido Socialista Catalán en Barcelona, Laia Bonet, se opuso a la decisión y exigió el “restablecimiento” de la relación. Instó a las autoridades a esforzarse por “reforzar, no debilitar, el papel de Barcelona en el mundo”. El coordinador de HIC-HLRN, Joseph Schechla, contraatacó afirmando que “la decisión de Barcelona de oponerse al régimen colonial y de apartheid de Israel en Palestina refuerza la reputación de Barcelona en el mundo como comunidad de ciudadanos y ciudadanas globales conscientes y respetuosos de la ley”. La decisión de Barcelona se someterá a la votación del Ayuntamiento el 24 de febrero.
Como una amplia coalición de una comunidad de aliados y aliadas diversa, multirracial e intergeneracional, HIC sabe que la justicia es indivisible, uniendo a todos los grupos religiosos, comunidades urbanas y rurales empobrecidas, Pueblos Indígenas y todas las personas que necesitan una vivienda adecuada. El llamado a la justicia en Palestina, para los palestinos y palestinas y otros pueblos ocupados, desposeídos y desplazados es indivisible con el llamado de quienes luchan por otro mundo más equitativo y sostenible y por un hábitat de derechos humanos, donde todas las personas vivan iguales en dignidad y derechos.
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