Texto de Adriana Allen, Presidenta de HIC e Irene Fuertes, HIC-GS
¿Planeta 50-50 para 2030?
Este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995). También estamos alcanzando un hito de cinco años de camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. 2020 es, por lo tanto, un año crucial para la realización acelerada de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, en todas partes. ¿Qué tan bien vamos?
Si las mujeres somos cerca del 50% de la población, el mundo no puede seguir girando sin nosotras. De hecho el mundo nunca ha girado sin nosotras, tan solo que nuestra labor ha quedado tradicionalmente invisibilizada. Desde HIC queremos trascencer el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer y a lo largo de todo el año visibilizar, reconocer y celebrar la labor de aquellas mujeres y colectivos que luchan por nuestros derechos relativos al hábitat y la justicia social desde la Membresía de HIC y organizaciones aliadas. ¿Te sumas a esta convocatoria?
Diferentes, no desiguales
Las mujeres queremos ser diferentes, pero no desiguales” Ana Falú
Ana Falú – reconocida internacionalmente por su lucha por la equidad de genero y miembro del Conseho de HIC representado a movimiento feministas y de mujeres – nos recuerda que ser diferentes no quiere decir ser desiguales. Shivani Chaudhry – Directora Ejecutiva de Housing and Land Rights Network en India – nos invita a reflexionar y actuar sobre las condiciones que hacen difícil para las mujeres acceder al derecho a una vivienda adecuada y a la tierra en muchos países. Esto se debe a que en muchos contextos, las leyes de propiedad y a menudo las normas religiosas, sociales y culturales aún no reconocen nuestros derechos como iguales. De forma adicional, las mujeres solteras o al cargo de familias donde no existe la figura del padre, son discriminadas a la hora de acceder a viviendas, a servicios básicos y espacios públicos. Su reconocimiento y su desempeño en ámbitos domésticos, laborales, de organización comunitaria y participación politica son aún severamente restringidos.
Las mujeres son víctimas de un sistema injusto, y al mismo tiempo son agentes esenciales en la construcción colectiva de la vida. A pesar de las trabas, su trabajo es indispensable y necesario. El trabajo de innumerables organizaciones dentro de HIC es testimonio de una lucha activa por reconocerlas como tales. La labor de Women in Development and Environment (Nigeria), Madre Tierra y CISCSA (Argentina), Cooperación Comunitaria (México); Corporación Región (Colombia), Association pour le Progrès et la Défense des Droits des Femmes/Filles o Coopérative Féminine pour la Protection de l’Environnement (Mali), entre muchas otras organizaciones converge en un amplio colectivo y mobilización por la igualdad de género.
¿Por qué hablamos de perspectivas ‘feministas’?
El feminismo toca el centro de gravedad de todas las asimetrías de poder” Rita Segato
En los últimos años, la relación entre mujeres, el hábitat en general y el medio urbano en particular ha abierto un espacio de reflexión, lucha y acción para repensar nuestros roles, capacidades, conocimientos, experiencia, y derechos. Asistimos hoy a una ola creciente de mobilización social bajo la bandera no sólo de la igualdad de género, sino tambien del urbanismo feminista. Este término no se refiere exclusivamente a nuestra realidad y rol en las ciudades sino, en forma más amplia, a la intersección entre lo social, político y espacial, donde se articulan multiples asimetrías de poder.
Las mujeres y niñas producen el hábitat en su día a día y participan activamente en la construcción, financiación, reparación y cuidado de los espacios que habitamos, no sólo a escala del hogar o el barrio, sino a escala de nuestros asentamientos humanos en su amplio espectro urbano-rural. Sin embargo, la red global Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) estima que sólo el 20% de los concejales y el 5% de los alcaldes del mundo son mujeres. Esta asímetria se debe a la persistencia de estructurales patriarcales que subordinan nuestras necesidades, sueños y derechos en el ámbito laboral y político, limitando nuestra movilidad a través de diferentes esferas de vida más allá de lo cotidiano.
Situemos el trabajo de la mujer en el corazón del discurso
Para sostener la vida no solo nos hacen falta recursos naturales. Necesitamos que otras personas cuiden de nosotros. Ese trabajo, históricamente ha sido realizado por mujeres en espacios invisibles a la política y la economía como son los hogares.” Yayo Herrero
Son muchas las historias de mujeres que ejercen estrategias de lucha por el derecho a la vivienda y la defensa del territorio, que reclaman la justicia climática y el derecho a la ciudad, pero ¿cuántas conocemos?. Apenas hacemos eco de las historias de comunidades donde las mujeres aprenden técnicas de construcción social integrada para mantener técnicas tradicionales y adaptadas al clima y la cultura. Tampoco de los testimonios de trabajadoras informales que trabajan de sol a sol y que además son motores en la creación de redes y se convierten en la columna vertebral de un sistema de producción que abastece a numerosos hogares. Es hora de hacer visible que las mujeres ejercen un rol clave más allá de los hogares, visibilicemos sus historias, aprendamos de ellas, sus expericiencias, luchas y acciones.
¡Construyamos juntas-os una ola de reconocimiento a la acción!
La lista de mujeres de nuestra Coalición que han luchado y luchan por hacer visibles el rol, experiencias y derechos de las mujeres y las niñas a ser respetadas es larga. Esta iniciativa quiere divulgar, reconocer y valorar públicamente su labor.
¡Ayúdanos a conocer tu experiencia o la de otras mujeres para que esos valores lleguen a más personas!
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