CSocD 63 Evento paralelo : Situar el derecho a una vivienda adecuada en el centro de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

Antecedentes

Asistimos hoy a una crisis mundial de la vivienda, marcada por un escenario de empeoramiento general de las condiciones de asequibilidad, creciente financiarización y especulación de la vivienda, desahucios y desplazamientos directos e indirectos. Así, se prevé que el número de personas que carecen de una vivienda adecuada o viven en condiciones inadecuadas ascienda actualmente a 1.600 millones, con la posibilidad de que aumente a 3.000 millones en 2030. Durante la pandemia de COVID-19, y especialmente durante el inicio de la respuesta de emergencia, la urgencia de proteger el derecho a una vivienda adecuada para todos, contribuyó a concienciar sobre la importancia de tal derecho, abriendo espacio a políticas que lo garantizaran, incluyendo moratorias temporales a los desalojos. Sin embargo, con el paso de los años, no sólo parece empeorar la situación del derecho a la vivienda, sino que también parece haber cambiado su centralidad en el debate público.

Esto puede observarse tanto en los escenarios nacionales como en los debates multilaterales. La vivienda desempeñó un papel destacado en la idea de un «contrato social renovado» al que aludía el Secretario General de la ONU en «Nuestra Agenda Común», pero ha estado ausente en los borradores iniciales de las declaraciones finales tanto de la Cumbre de los ODS de 2023 como de la Cumbre del Futuro de 2024 y, una vez incluidas, reflejan en gran medida una visión estrecha sobre el tema, no basada en la plena comprensión de la vivienda adecuada como un Derecho Humano. Además, tanto el debate multilateral como las políticas a nivel nacional se beneficiarían de un repertorio más amplio en materia de política de vivienda, que vaya más allá de una excesiva dependencia de los enfoques tradicionales orientados al mercado (con consecuencias demostradas en términos de exclusión social) e incluya tanto enfoques dirigidos por la comunidad como instrumentos políticos que protejan el derecho a una vivienda adecuada con fórmulas que vayan más allá de la construcción de nuevas viviendas. Para impulsar el progreso del desarrollo sostenible y social, la comunidad mundial debe comprometerse con políticas y programas inclusivos que aborden las intersecciones entre la inseguridad de la vivienda, las desigualdades estructurales, la pobreza, la falta de vivienda y la falta de protección social.

En vísperas de la próxima Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, se presenta la oportunidad de avanzar en un debate tan matizado, comprometiéndose con una variedad de actores en torno a diferentes enfoques para la defensa, promoción y cumplimiento del derecho a una vivienda adecuada. Por ello, este evento se centrará en resaltar la importancia de tener un fuerte compromiso con el derecho a una vivienda adecuada a través de instancias multilaterales, con un enfoque particular en la próxima cumbre, destacando propuestas concretas de políticas y enfoques que pueden desempeñar un papel sustantivo para hacer frente a la actual crisis de la vivienda.

Objetivos

  • Situar el Derecho a una Vivienda Adecuada como tema central a tratar durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social;
  • Hacer un balance de cómo la vivienda ha estado y está actualmente presente en las agendas multilaterales, abogando por una visión más fuerte, diversa y matizada de los enfoques hacia la realización del Derecho a una Vivienda Adecuada;
  • Promover un intercambio entre los diferentes actores sobre diversos enfoques y ejemplos de políticas e iniciativas para hacer frente a la actual crisis de la vivienda, centrándose especialmente en las medidas menos representadas y que parten de una excesiva dependencia de la construcción de nuevas viviendas por parte de actores basados en el mercado.

 

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